
La reciente derrota de Colo Colo por 4-0 frente a Fortaleza en la Copa Libertadores ha generado una profunda crisis en el club. El director técnico Jorge Almirón, visiblemente afectado, asumió la responsabilidad por el resultado y dejó en duda su continuidad al frente del equipo.
En la conferencia de prensa posterior al encuentro, Almirón calificó el partido como "catastrófico" y reconoció que "no nos salió nada". Destacó que los errores cometidos fueron aprovechados por el rival, resultando en goles que sentenciaron el partido. El técnico argentino enfatizó la necesidad de reflexionar y evaluar la situación, señalando que "tengo que evaluar bien todo".
"Por errores propios nos hicieron pagar. Jugamos contra jugadores de jerarquía que te hacen pagar. Es un momento donde hay que reflexionar, no quiero decir mucho más. No hay que hablar demás. La derrota nos duele a todos. Tengo que evaluar bien todo. Tenemos que estar todos juntos, sobre todo los jugadores. Es fácil buscar culpables y no soy de esos. Me hago responsable otra vez, como debe ser natural".
"Hoy no nos salió nada, no va por el ritmo de juego. Hubo errores no forzados y terminaron todos en gol. Cuando necesitábamos ganar el partido, se hizo largo, fue catastrófico, fue así. Lo demás se evalúa hacia adentro. Los análisis más fríos son para la prensa y la gente que tiene que tomar un análisis diferente. Hoy estoy con mis jugadores, con mi equipo. Lo que se vio no fue bueno, pensé que podíamos ganar, confiaba plenamente en el armado y en los jugadores que jugaban", añadió el cuestionado DT sobre este compromiso.
La falta de cohesión y las fallas defensivas fueron evidentes durante el encuentro, lo que ha generado críticas tanto de la prensa como de los aficionados. Almirón, consciente de la gravedad del momento, expresó su compromiso con los jugadores y su disposición a asumir la responsabilidad total por el desempeño del equipo.
Esta derrota deja a Colo Colo en una posición comprometida en la Copa Libertadores, con escasas posibilidades de avanzar a la siguiente fase. La presión sobre Almirón aumenta, y su futuro en el club es incierto. La necesidad de cambios y una reestructuración del equipo se hace evidente para afrontar los desafíos venideros y recuperar la confianza perdida.